¿Dejaron tiradas a las jugadoras? “Trabajaba en InDriver en el carro mío”

La Dimayor y varios clubes del país han tratado el tema del fútbol femenino con muy pocas ganas. Quedó totalmente expuesto en el tiempo que […]

Foto: Colprensa.

La Dimayor y varios clubes del país han tratado el tema del fútbol femenino con muy pocas ganas. Quedó totalmente expuesto en el tiempo que tardaron para confirmar que en este año sí iba a haber liga y que, como no esperaban las protagonistas, fuera nuevamente tan corta.
Al final, 18 equipos confirmaron su presencia en el campeonato, pero increíblemente de puertas para adentro, se han presentado situaciones lamentables para con las jugadoras.
Se tenía presupuestado que el certamen iniciara en el segundo fin de semana de abril, anuncio que se hizo el 20 de febrero. El coronavirus detuvo todo, y ahí se quedaron lamentablemente los contratos de muchas de ellas.
Sin dinero alguno por cuenta del fútbol y sin seguridad social, venían entrenándose por sus propios medios a la espera de firmar así fuera por unos cuantos meses, táctica también desoladora.
Así nos lo confirmó una futbolista de notables condiciones, que por supuesto, prefiere proteger su identidad: “Estábamos entrenado con plata nuestra, todo corría por nuestra cuenta. De contratos no se ha hablado. No les interesa mucho (a los clubes) que nos dediquemos del todo al fútbol… Estábamos entrenándonos sin seguridad social, corriendo riesgos”.
Incluso nos contó que tuvo que dedicarse a otra labor poco habitual para una deportista profesional: “El sustento mío en estos momentos es lo que pueda hacer por mí misma. Yo aparte trabajaba en el carro mío (en la plataforma InDriver) y ahí tenía un ingreso, pero con esta situación ya es muy difícil, muy duro”.
Asegura que ella, como les pasa a varias de sus compañeras y colegas, “no tenemos seguridad social, solo las que la pagan aparte… La situación económica no está bien”.
Todo este grupo de calidosas que supieron despertar en los hinchas un gusto y un sentimiento por el fútbol femenino, siguen clamando por condiciones más decentes, sin ni siquiera quererse comparar con los planteles masculinos.

“No nos han tratado de la mejor manera, toca quedarse callado y no comentar mucho. Muchas jugadoras buscan garantías en otros equipos y se las están dando”, añadió.