Una empresa de belleza a domicilio que cumplió 18 años

A muchos les da pereza ir a la peluquería, pues los tiempos de los procedimientos suelen ser larguitos. Así que, nada más chévere que en […]

A muchos les da pereza ir a la peluquería, pues los tiempos de los procedimientos suelen ser larguitos. Así que, nada más chévere que en la comodidad de la casa le hagan los antojitos de belleza. Eso es lo que ha venido haciendo Andrea Vargas Castillo durante 18 años.

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“Soy de Betulia. Vivía en el campo, pero la violencia nos desplazó hasta el pueblo. Allí, comencé de ayudante en una peluquería y todo lo hacía empíricamente. Cuando llegué a Medellín comencé a estudiar y ya me había convertido en mamá”, nos empezó contando le experta en belleza, que comenzó en su casa a atender.

“Siempre trabajé sola e independiente en mi casa. Primero trabajé en la sala de la casa, ahí pagaba arriendo. Luego, nos aprobaron un crédito y compré una casa en Manrique, que tenía garaje y ahí puse la peluquería. Después, me empleé en un salón de la Universidad Luis Amigó. Lo hice porque me parecía novedoso. Ahí estuve 3 años y conocí a mi socia Yeraldine, con quien ahora hago los domicilios”, aseguró.

En ese lugar, la pandemia agarró a Andrea, quien ahora lo ve como algo positivo.

“Cuando llegó el virus comencé con los domicilios full. La pandemia me enseñó a trabajar mediante domicilios, para mí ha sido lo mejor, estoy muy contenta. Creo que ya siempre trabajaré así”, expresó con gusto.

Esta madre de 2 hijos, quien los sacó adelante con su profesión es experta en barbería, químicos, colorimetría, cepillado y alisado. Para ella no hay mejor secreto que: “lo más importantes es la honestidad, ser transparente con el cliente y decirle si las cosas le dan o no le dan. Trabajar con buenos productos, ser muy responsable y estudiar mucho”, finalizó.