Toñito fue un padre de la Arquidiócesis de Medellín que dejó un fuerte legado para la historia y por eso el Vaticano lo está reconociendo.
El papa Francisco declaró el pasado viernes, 12 de agosto, las “virtudes heroicas” del padre Jesús Antonio Gómez Gómez, nacido en El Santuario, Antioquia.
Así lo dio a conocer la Conferencia Episcopal en la tarde del sábado, celebrando este logro que significa el inicio de algo más grande.
Por su parte, desde la Arquidiócesis de Medellín dieron “gracias a Dios por suscitar en el venerable padre Jesús Antonio, un modelo de santidad en nuestra iglesia particular”.
El hecho de que el papa Francisco haya reconocido las “virtudes heroicas” del padre Toñito, supone el primer paso en el proceso de canonización.
Y es que con dicho reconocimiento, el padre Jesús Antonio ya goza del título de Venerable Siervo de Dios, el primer paso para alcanzar la santidad.
¿Quién fue Toñito?
El padre nació en la vereda El Carmelo de El Santuario, el 26 de marzo de 1895, en una familia muy numerosa, con 16 hermanos. Un tío fue quien le impulsó a seguir la vocación sacerdotal.
Según su biografía, publicada por la Arquidiócesis de Medellín, en 1971 creó el Fondo Sacerdotal para los Pobres y promovió el hecho de vivir en pobreza.
“Los sacerdotes debemos ser pobres, no solo debemos pedir para los pobres, sino que debemos compartir con ellos lo mucho o poco que poseamos”, decía el padre Toñito.
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Murió a los 76 años de un cáncer terminal, el 23 de marzo de 1971, pero su enfermedad la asumió con optimismo: “Qué alegría cuando me dijeron: vamos a la casa del Señor”, dijo al enterarse que tenía sus días terrenales contados.
Recordemos que para ser canonizado, ahora Toñito debe ser beatificado, un proceso en el que ya están otros 9 colombianos, como el padre Marianito. Hasta el momento, solo la madre Laura ha alcanzado la santidad.
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