Relato criminal: Con sangre Tatú, Pesebre y su banda impusieron su ley

Q’HUBO le cuenta una historia de terror y sangre que protagonizó el asesinado cabecilla alias Tatú, quien hace poco salió de prisión, pero no estuvo mucho en libertad porque lo mataron.

Tatú y Carlos Pesebre.
El asesinado Javier Ventura Marín Álvarez, alias Tatú, y el máximo jefe de la organización delincuencial los Pesebreros o Robledo, Freyner Alfonso Ramírez García, Carlos Pesebre. Se criaron juntos en los sectores de El Pesebre, la Cuchilla y la loma de Robledo, en Medellín.

Después de la Operación Orión, en la que las autoridades hicieron una alianza macabra con paramilitares para desterrar a las milicias urbanas de la comuna 13 (San Javier) y algunos sectores de Robledo, Tatú mató a un hombre señalado de haber cometido un hurto.

Javier Ventura Marín Álvarez, el excabecilla de la odín (organización delincuencial integrada al narcotráfico) o GDO (grupo delincuencial organizado) Robledo o los Pesebreros, fue el autor del crimen en una noche del 2002, 2003 o uno de los años posteriores; lo cometió con sevicia, mucha sevicia.

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Este sujeto volvió a ser protagonista en los medios de comunicación esta semana. El pasado domingo, 11 de septiembre, fue hallado muerto en una vía pública del barrio Castropol, en Medellín. Su cuerpo estaba amarrado de pies y manos, metido en una bolsa de basura y cubierto con una cobija negra. Lo habían asfixiado hasta acabar con su existencia.

El alcalde de la capital antioqueña, Daniel Quintero, dijo que el asesinato de Tatú estaría relacionado con un ajuste de cuentas entre grupos criminales. “Puede tratarse de un mensaje que quieren enviar”, indicó.

El día que vieron a Tatú matar

Pero retomemos el inicio de este texto para dimensionar lo que representan Marín Álvarez y su banda en algunas historias de drama, muerte y miedo que han vivido muchos habitantes del Valle de Aburrá por cuenta del accionar de las organizaciones delincuenciales. Una noche después de la Operación Orión (16 y 17 de octubre de 2002), don Andrés, como también lo apodaban, cometió un homicidio en la vía principal del barrio La Campiña, de la comuna Robledo, por el que nunca pagó ni un día de cárcel.

La noche apenas iniciaba y la actividad comercial de la zona estaba viva, repleta de negocios de comidas rápidas, tiendas y algunos bares. Entonces corrió el rumor que en el sector aledaño llamado La Atlántida habían apuñalado a un taxista para robarle. Se dice que Tatú y uno de sus compinches se enteraron y empezaron a buscar al supuesto ladrón con las características físicas que el mismo conductor les había descrito. La ‘justicia’ estaba en manos de ilegales.

Le disparó y lo remató

Los 2 “paracos”, como los referenciaban en el barrio, recorrieron la zona en una moto. En esas avistaron a un hombre en un bus de servicio público de la ruta 250A al que culparon de ser el asaltante. Lo hicieron bajar del vehículo y le ordenaron que se sentara en una acera. Así lo describen los comerciantes y los habitantes que vieron lo que pasó.

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El sujeto se sentó, pero en cuestión de segundos decidió pararse y correr. Tatú desenfundó un arma de fuego, le apuntó y le disparó un par de veces. Luego caminó hasta donde yacía el hombre malherido y lo remató. “Trae la moto”, le dijo a su cómplice. Se montó para huir, no sin antes advertirle a los comerciantes que debían cerrar los negocios. “Nadie vio nada”, fue su frase intimidante mientras partía.

Por esos días Javier Ventura era reconocido en la zona como uno de los “duros de los paracos” que comandaba alias Carlos Pesebre. En La Campiña también recuerdan una vez que un grupo de jóvenes pelearon a golpes durante un partido de microfútbol. Pocos días después Tatú reunió a los implicados y les indicó, con un tono amenazante: “Esto no puede volver a pasar”.

2 años le faltan a Pesebre para cumplir el tiempo de sentencia que tiene vigente.

En ese barrio, como en muchos de Medellín y el Valle de Aburrá, quienes imponían ‘justicia y ley’ eran los bandidos, los mismos que se llenaban los bolsillos de dinero a punta de extorsiones, tráfico de estupefacientes, desplazamientos forzados y negocios legales creados con dineros ilícitos.

Si no prospera una condena contra Carlos Pesebre (gafas) en el recurso de casación que cursa en la Corte Suprema de Justicia por homicidio, entre 2023 y 2024 el máximo cabecilla quedaría libre. /FOTOS: ARCHIVO Y CORTESÍA.

¿Por qué mataron a Tatú?

En la última semana, debido al tétrico final de Tatú, los ojos de las autoridades vuelven a estar puestos en una banda que en la última década sufrió fuertes golpes por las capturas y condenas de la mayoría de sus cabecillas: los Pesebreros. Ventura Marín, de hecho, había sido sentenciado a 10 años. Recobró la libertad en mayo pasado, pero no la pudo disfrutar ni 4 meses. El mundo en el que vivió la mayor parte de sus 47 años de vida terminó cobrándole la existencia.

“Es un hecho al que la Policía, la Fiscalía y la Alcaldía le deberían prestar atención porque era la mano derecha de Carlos Pesebre. Puede ser una purga interna o el inicio de un enfrentamiento con otro grupo delincuencial”, expresó Fernando Quijano, director de la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social (Corpades).

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Q’HUBO indagó cuál es la situación judicial actual de los jefes de esa organización criminal. Su fundador y máximo cabecilla, Freyner Alfonso Ramírez García, apodado Carlos Pesebre, podría estar pronto en libertad. Hoy le contamos en qué están los procesos.

Carlos Pesebre, cerca de la libertad

Freyner Alfonso Ramírez García fue capturado en marzo de 2013 en Urrao junto con Tatú y otros 2 delincuentes. El 13 de noviembre de esa anualidad lo sentenciaron a 9 años de prisión y, por pena cumplida, ya saldó su deuda con la justicia por aquel proceso.

Sin embargo, sigue preso porque el 24 de noviembre de 2017 le imputaron nuevos cargos por el delito de concierto para delinquir y en marzo de 2018 fue condenado a 7 años, de los que ya casi cumple 5 y podría salir pronto por las gabelas que da la legislación colombiana. El Inpec le informó a Q’HUBO que está encerrado en la Penitenciaría El Barne (Cómbita).

En octubre de 2017 el Tribunal Superior de Medellín tumbó una sentencia de 36 años que pesaba en su contra por homicidio; el proceso está en la última instancia, la de casación, en la Corte Suprema de Justicia.

La segunda línea de mando, debajo de Pesebre y Tatú

Julián Alberto Jiménez Monsalve, alias Machete.

Cristian Camilo Mazo Castañeda, Sombra.

Juan Camilo Álvarez Chavarriaga, el Grande.

Cayó en enero de 2019 en un lujoso condominio de Punta Cana, en República Dominicana. Residía en ese país con documentación falsa a nombre de David José Mateo, de nacionalidad venezolana.

Fue extraditado a Colombia y hoy está en la Cárcel La Tramacúa, de Valledupar, mientras es condenado o absuelto en un proceso por concierto para delinquir y homicidio, que está en etapa de juicio oral. En octubre de 2020 le dieron una sentencia de 3 años por extorsión.

Mientras Tatú y Pesebre estuvieron encerrados este sujeto asumió el poder en la estructura.

Lo arrestaron en una finca de El Peñol en abril de 2019 y luego fue condenado a 7 años y 1 mes vía preacuerdo por concierto para delinquir.

En diciembre de 2018 lo castigaron con 19 años y 7 meses por ser cómplice en 6 homicidios. La condena fue vía preacuerdo.

El pasado 5 de septiembre le negaron la solicitud de libertad, tras haber sido capturado en Envigado en noviembre de 2017 y condenado a 6 años y 6 meses de prisión el 24 de mayo de 2018, por el delito de concierto para delinquir agravado.

La pena fue impuesta por el Juzgado Segundo Penal del Circuito Especializado de Antioquia, tras avalar un preacuerdo presentado por la Fiscalía.

Los cabecillas que estaban detrás

Luis Aníbal García Gómez, alias Maicol, fue detenido junto con Pesebre, Tatú y Andresito en una finca hotel de Urrao en marzo de 2013.

Lo condenaron a 9 años y quedó libre el 24 de mayo de 2022 junto con el asesinado Javier Ventura Marín. Al parecer, salió del país rumbo a Chile.

Andrés Felipe Álvarez López, Andresito. Fue el otro lugarteniente que cayó junto con Carlos Pesebre.

Le dieron 9 años de prisión y, por las rebajas que da la ley colombiana por buen comportamiento, estudio y trabajo en prisión, recobró la libertad por pena cumplida el 13 de abril de 2021.

Juan David Mosquera Álvarez, apodado Lunar, fue capturado en febrero de 2019 en un apartamento de Sabaneta.

Desde entonces está preso pagando una sentencia de 6 años y 6 meses que le dieron el 5 de junio 2019 por concierto para delinquir. En diciembre de 2015 lo habían condenado a 2 años y 9 meses.

Omar Alexánder Ortiz Montoya, Roña. Fue detenido el 18 de noviembre de 2017. Era cabecilla zonal en sectores de la comuna 13 como El Coco. El 13 de abril de 2018 fue condenado a 7 años de prisión.

Jhon Fredy Pabón González, alias Toño, ha operado especialmente en la comuna 13 y San Cristóbal.

Ha caído varias veces en manos de las autoridades, pero no ha aprovechado las oportunidades que le han dado: en agosto de 2015 fue absuelto por concierto para delinquir.

Un año después volvió a ser detenido y en 2017 le dieron libertad condicional, pero retomó los malos pasos. Lo arrestaron, de nuevo, en junio de 2020 y hoy paga una pena de 6 años de prisión por concierto para delinquir agravado en calidad de cabecilla.

José Otalivar Chavarría Chavarría, alias Jotalivan o JJ, es un exmilitar que desde 2013 está privado de la libertad. Lo capturaron 9 meses después de Carlos Pesebre, cuando las autoridades lo perfilaban como uno de sus sucesores.

En 2015 lo sentenciaron a 31 años y 4 meses de prisión por concierto para delinquir y homicidio; el castigo fue confirmado por el Tribunal Superior de Medellín. En 2005 lo habían sentenciado a 12 meses por porte ilegal de armas de fuego.

Alejandro Suárez Agudelo, conocido en el mundo del crimen organizado como Tana o Tanita, tiene 2 sentencias en los últimos años: en julio de 2015 la pena fue de 7 años y 6 meses por concierto para delinquir agravado y en enero de 2019 le dieron 13 años por 2 homicidios.

Cuando andaba libre coordinaba y lideraba acciones criminales de los Pesebreros en los barrios Villa Flora, Aures, Bello Horizonte y Las Cometas.