Magno Castro Asprilla, con todo y sus dos apellidos de futbolistas, no tuvo suerte con la pelota.
Nació en Chocó hace 21 años, en el Medio Baudó, y jugaba de vez en cuando en las canchas polvorientas de Puerto Meluk. El lunes pasado, cuando falleció tras recibir un golpe con una piedra, su hija cumplió 2 años de edad.
Pero a Magno, que siempre quiso ser grande, como Alejandro, así fuera cargando adobes y mezclando cemento, no lo mataron el lunes sino el domingo, cuando después de una ardua jornada buscando trabajo, regresaba a su casa, en el sector La Torre, del barrio Santo Domingo Savio, cerca de El Trébol y la frontera con Bello.
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Mejor dicho, en el balcón más alto de la comuna nororiental, zona hasta donde incluso los carros suben sacando la lengua y echando humo, Magno iba cansado y caído del sueño.
Estaba cerca de su casa
Mientras ganaba metros en la loma de la 108 con la carrera 28, no se dio cuenta de que había una riña, una de esas donde todo se vale, incluso los machetes, los palos y las piedras.
No se sabe quién empezó todo, o el por qué de la pelea, lo cierto es que el joven Magno fue la única e inesperada víctima. Al joven lo acorralaron más de 10 hombres y lo atacaron sin pensar y, uno de ellos, le pegó en la cara con una piedra, a escasas 2 cuadras de su vivienda, la misma en la que este martes sus familiares y amigos lo despidieron con canto, música y llanto, como en todo buen funeral de la cultura del Pacífico.
“Lo vamos a recordar con alegría, era un amigo, era un muchacho que quería trabajar por su hija”, dijo uno de sus amigos en medio de las lágrimas.
A Magno, agonizante, lo llevaron hasta la Clínica Piloto, pero allí los médicos entendieron que no podían hacer nada, y lo remitieron hasta la Clínica León XIII, donde finalmente falleció.
Su hijita, que tantas cosas no entiende todavía, lloró por la ausencia de su padre, y extraño sus abrazos y besos en su cumpleaños.
Lo atacaron con la piedra en La Torre
La Policía dijo que el ataque había ocurrido en Carpinelo, pero los hermanos de la víctima dijeron que, en realidad, fue en el sector La Torre.
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El joven trabajaba como ayudante de construcción, pero estaba buscando laborar en cualquier oficio, pues adoraba a su pequeña. Su cuerpo fue velado pasadas las 5:00 de la tarde y este miércoles fue sepultado.
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La triste pregunta en estos momentos de dolor para la familia de Magno es ¿cómo serán los cumpleaños de su hija de aquí en adelante?
Ojalá y a la pequeña le expliquen bien lo que pasó, y que le den el amor que su padre no pudo, debido a un absurdo golpe con una piedra.