El positivismo, su sello hasta en las circunstancias más difíciles

Es poco común que alguien asegure que se siente lleno de felicidad pese a no ser elegido en una convocatoria, pero cuando de esas circunstancias […]

Joberley tiene 38 años. /FOTOS: CAMILO SUÁREZ.

Es poco común que alguien asegure que se siente lleno de felicidad pese a no ser elegido en una convocatoria, pero cuando de esas circunstancias se extraen los aspectos positivos y se reinvierten luego los aprendizajes que queden del proceso, es posible ver la vida desde otra perspectiva. Joberley es un vivo ejemplo de ello.

Estuvo cerca, muy cerca de cumplir un anhelo personal: ser jefe de producción. No niega que fue un momento frustrante, sentía que el puesto sería suyo, pero las cosas no se dieron, pese a que pasó casi todas las etapas de la selección. Lejos de inclinarse y de sentirse derrotado, esa situación lo fortaleció para seguir mejorando en sus labores y continuar demostrando cuán importante es la empresa, Madecentro, para su vida.

De los textiles al mobiliario

Antes de llegar a Districóndor -antes de la fusión con Madecentro-, Joberley se desempeñó durante 6 años en una empresa que elaboraba textiles para una marca de ropa interior femenina, hasta que unos amigos que laboraban en su trabajo actual lo recomendaron e ingresaron su hoja de vida.

Desde entonces Joberley cuenta 12 años de experiencia en la empresa, una etapa que considera inmejorable en todos los aspectos por la cantidad de aprendizajes que ha recibido.

Comenzó en el área de producción, allí tuvo la oportunidad de conocer todos los procesos por los cuales pasaban los productos durante su fabricación.

Fruto de su esfuerzo la empresa le dio la oportunidad de que se capacitara e inició una tecnología en Gestión Logística. Las ganas lo impulsaron a postularse a un nuevo cargo, esta vez en el área comercial, con la fortuna de ser elegido hace 6 años y medio.

La felicidad y la tristeza, el sentido de pertenencia

Ese ascenso ha sido quizá el momento que más alegrías le ha generado a Joberley en estos 12 años. Fue un instante de emociones a granel, en el que se reflejó la recompensa a su esfuerzo y a su sentido de pertenencia por la compañía, a la que agradece por “la estabilidad económica y laboral que nos brindan, además de que se preocupa por el bienestar del empleado y de su familia, eso ayuda mucho”.

“Aprender todos los días es algo que se aplica desde que ingresas a esta empresa”

No duda que también ha sentido momentos de tristeza, como aquella convocatoria ya mencionada o cuando estuvo a punto de ser asesor comercial de ventas externas y también avanzó en la selección, pero, como bien dice, la felicidad también está en saberse gozar esos detalles y estar siempre abierto a las nuevas oportunidades sin resignación.

“Cuando entré no tenía idea de lo que hacemos en la empresa”}

Sin sonrojarse, y en cambio valorando los aprendizajes que ha cultivado en estos 12 años, Joberley afirma que cuando llegó a Madecentro “no tenía ninguna idea de los materiales que manejábamos, ni de los procesos productivos o de la maquinaria. Todo era nuevo para mí”.

Para él resulta llamativo cómo le agarró la onda al trabajo comercial, dado que su formación iba por otro camino, el de la logística, pero “me dieron la oportunidad y no lo dudé”.

Un consejo

“Aprovechen las oportunidades que les brinda la empresa. Esta da mucha estabilidad, en especial en momentos difíciles como los del año pasado cuando siempre estuvo pendiente de nosotros”.

Sebastián Aguirre Eastman.