La crisis económica por el coronavirus ha disparado la tasa de paro en el conjunto de la OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, que alcanzará a finales de 2020 niveles muy superiores a los de la crisis financiera de 2008, sobre todo en Colombia, que aparece como el país más perjudicado en términos relativos.
En el informe anual de perspectivas del mercado, entregado este martes por el organismo de cooperación internacional, se calcula que el número de personas empleadas caerá de media en sus países un 4,09 % este año, pero el porcentaje será del 4,98 % si hubiera una segunda oleada de la pandemia.
Colombia sufrirá el mayor descalabro
Nuestro país, que registrará descensos en el número de personas ocupadas del 10,63 % y del 12,58 % (si existe esa nueva oleada), será el país miembro (entre 37) que sufrirá el mayor descalabro debido a la situación de partida y a que, como buena parte de Suramérica, es una de las naciones más sacudidas por el coronavirus.
A continuación se sitúan Estados Unidos, con descensos entre las personas con empleo del 8,15 % y 9,84 %; Irlanda, con 6,67 % y 8,21 %; Portugal, con 5,65 % y 7,10 %, y España con 5,28 % y 6,38 %.
Huellas duraderas en el mercado laboral
La crisis dejará una larga huella en la economía, de forma que la renta percápita en la mayor parte de los países miembros retrocederá el año próximo a niveles de 2016 en el mejor de los casos, y a los de 2013 si hubiera una segunda oleada de la pandemia.
Es por eso que la OCDE justifica las medidas de confinamiento para evitar el colapso de los sistemas sanitarios e impedir “miles, si no millones de muertes”. Pero en los primeros 3 meses de la crisis indujeron un bajón de la actividad económica de al menos el 15 %.
El número de horas trabajadas descendió en ese periodo 10 veces más que en los 3 primeros meses de la crisis financiera global en 2008-2009, pese a que un 39 % de los asalariados, de media, han estado teletrabajando.
Ante este desalentador panorama, el director de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales en la OCDE, Stefano Scarpetta, considera que la prioridad más urgente es evitar una segunda ola de la pandemia y prepararse para el caso de que se materialice.
Proteger a los más vulnerables
Dentro de esas prioridades también se tienen en cuenta los empleados que corren mayor riesgo de infectarse en el trabajo, lo fundamental es fijar protocolos sanitarios y de seguridad rigurosos y garantizarles cobertura generosa en caso de caer enfermos para que no se vean obligados de seguir, con el riesgo de contagiar a otros.
Deberán seguir recibiendo ayudas, al menos temporalmente, las empresas y los asalariados de sectores que siguen sin poder volver a la actividad, como una parte del sector turístico.
Los autores del informe hacen notar que, como las perspectivas de encontrar trabajo serán bajas, algunos países deberían ampliar la duración de los subsidios y ayudas, y eso será todavía más necesario en caso de rebrote de la pandemia.
Con información de EFE