Mauricio Valencia Sánchez y Wilder Alexánder Romo Durango tienen en común que ambos vivían en la misma ecoaldea y que los dos perdieron la vida el mismo día a manos de sujetos armados.
El primero en ser asesinado fue Romo Durango, patrullero de la Policía, quien fue atacado cuando estaba de descanso y frente a su esposa y sus 2 hijos. Después fue ultimado Valencia Sánchez, quien, al parecer, fue atacado cuando salió de su casa al escuchar los disparos.
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Los dos crímenes ocurrieron hacia las 7:28 de la noche de ayer jueves, 6 de mayo, en la parte alta de la vereda Media Luna, en el corregimiento de Santa Elena.
Las autoridades rechazaron el ataque armado y ofrecieron una recompensa por información que permita la captura de los responsables de este atroz hecho.
“Hacemos un ofrecimiento de hasta $ 100 millones por quien nos permita identificar, judicializar y capturar a los asesinos de nuestro policía. No vamos a descansar un solo minuto hasta lograr la ubicación y captura de estos delincuentes”.
General Pablo Ferney Ruiz, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.
En esta ecoaldea del corregimiento Santa Elena fue donde ocurrió el ataque armado que cobró la vida de un policía y de un civil. 📽️ Santiago Olivares Tobón.#Medellín #NoViolencia #Asesinatos pic.twitter.com/tMl30OSsfn
— @qhubomedallo (@QHuboMedallo) May 7, 2021
Dos hombres que generaban orgullo
Mauricio Valencia Sánchez tenía 44 años y es recordado por sus amigos como un hombre visionario, inteligente y amante de los animales y de la naturaleza.
Él vivió durante mucho tiempo en Estados Unidos, pero hace 5 años se radicó en Colombia y desde 2019 vivía en la ecoaldea con su compañera sentimental y sus 10 perros.
Trabajó con varios organismos internacionales y en la actualidad desarrollaba proyectos de sostenibilidad ambiental y dirigía la Corporación Nuestra Tierra.
Uno de esos proyectos es un plan de cuidado de bosques en Santa Elena. Otro está basado en el turismo rural sostenible y para esto trabajaba con la comunidad del sector La Mora, en la parte baja que está detrás del cerro Pan de Azúcar.
Por su parte, Wilder Alexánder Romo Durango tenía 35 años y en 2006 se graduó como patrullero de la Policía. Estaba casado y tenía 2 hijos de 8 y de 14 años.
En su hoja de vida contaba con 47 felicitaciones. El uniformado había trabajado en Norte de Santander, en el Departamento de Policía Antioquia y actualmente estaba adscrito al CAI La Milagrosa.
“Queremos transmitir un saludo de solidaridad a la Policía y especialmente a la familia de este policía que fue vilmente asesinado ayer. Igualmente, a la familia del otro ciudadano que también murió”.
José Gerardo Acevedo, secretario de Seguridad de Medellín.