“A la empresa le he dado todo mi conocimiento, mi fuerza y mi empuje”: Jorge Eliécer Ospina

La de Jorge Eliécer Ospina y Agrofrut ha sido una relación en la que el amor sigue sin techo. Desde su llegada a la empresa […]

Jorge Eliécer actualmente es director de Gestión Agrícola de Agrofrut. /FOTO: EDWIN BUSTAMANTE

La de Jorge Eliécer Ospina y Agrofrut ha sido una relación en la que el amor sigue sin techo. Desde su llegada a la empresa hace 14 años, y hasta hoy que se desempeña como director de Gestión Agrícola, el enamoramiento ha sido la constante.

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Fue el 1.° de junio de 2006 cuando Jorge entró a la empresa. Venía proveniente del sector hospitalario. Lo hizo en un cargo distinto al que aspiraba en principio. “Un amigo me recomendó para unas vacantes de auxiliar de compras, pero no pasé; sin embargo, me ofrecieron el puesto en recibo y despachos en bodegas de exportaciones”.

Comenzó cargando y descargando contenedores en cuyo interior viajaban principalmente pulpa de fruta, panela, arepas y otros productos. Esa experiencia le sirvió para conocer sobre términos poco comunes para él, como los códigos de exportación, que le abrieron puertas en una vacante del almacén.

Hace 14 años trabaja con todo el empeño y amor. / FOTO: EDWIN BUSTAMANTE.

El estudio le abrió caminos de superación

En aquel momento Jorge solo contaba en sus estudios con el grado de bachiller del Liceo Avelino Saldarriaga de Itagüí (hoy institución educativa), pero sus deseos de seguir creciendo, en lo personal y lo profesional, eran imparables.

Al jubilarse una auxiliar de recibo de frutas y materias primas y quedar libre su cargo, Jorge creyó que era una buena oportunidad de postularse, pero la empresa apostó por alguien con un perfil diferente. Sin embargo, al elegido no le fue bien y luego de un año y medio él se quedó con la posición, correspondiendo la confianza con buenos resultados.

“A esta empresa le di mi juventud, mi conocimiento, mi fuerza, mi empuje. Y la empresa me ha premiado por eso. Hoy los jóvenes no valoran las empresas ni los trabajos que tienen”.

Jorge Eliécer Ospina

Las gestiones de Jorge evidenciaron una mejora continua en sus procesos. “Aunque no tenía la profesión, sí tenía el talento y unas ganas enormes de comerme el mundo y aportarle a la compañía”, asegura.

Dos años después, una nueva jubilación, esta vez de la directora de Producción, suscita un cambio estructural en la empresa: la planta se dividió entre producto terminado y producto en proceso, y la empresa decide darle la responsabilidad de dirigir la primera de estas.

Fue el primer paso para llegar a ser el director de gestión agrícola, pero sentía que necesitaba algo adicional.

“Quise estudiar una carrera administrativa ya que tenía personas a cargo que necesitaban un norte; yo tenía el talento, pero no las herramientas técnicas ni profesionales para lograrlo”; por eso, decidió iniciar Administración de Empresas en el Ceipa.

Un hombre de familia

Jorge Eliécer Ospina Galeano tiene 38 años. Vive en San Antonio de Prado junto a su mamá Elvia y sus hermanas Johanna y Leidy. Está soltero y no tiene hijos. Es aficionado a “la música cross over (música de antaño, los tangos, la ranchera y la música colombiana), a la lectura, la buena comida y los carros”.

Sobre la comida, disfruta de lo típico, lo criollo, que le recuerde sus costumbres campesinas dado que sus papás son oriundos del Suroeste antioqueño (la mamá es de Pueblorrico y su papá, Albeiro, de Hispania).

Un sueño postergado

Tras 2 años realizando sus estudios, Jorge decidió suspenderlos de forma temporal por algunas situaciones personales. Además, “me sentía cansado, entre el trabajo y el estudio, por eso decidí parar”.

Es un proyecto, de todos modos, que no ha tenido punto final. Aún está activo, al menos en sus intereses personales y profesionales.

Mientras tanto, Jorge ha mantenido su compromiso y entrega por su empresa, a la cual agradece porque le brindó el tiempo para desarrollar ambas actividades a la par, y porque le ha ofrecido oportunidades de mejora en todo momento.

“Agrofrut es mi primer hogar, acá es donde me desarrollo, donde convivo hasta por doce horas diarias; ha sido la punta de lanza para aprender a vivir, representa mi alimento, mi casa, mi sostenimiento. Me han dado la oportunidad de crecer y de avanzar en la vida”.

Concluye Jorge.

Por Sebastián Aguirre para Q’HUBO Medellín.


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