“Qué haces andando con ese pedazo de sombrilla”, es un reclamo que con frecuencia hacen en las familias o los compañeros de trabajo, al ver que, al mencionado aparato, que se utiliza para cubrirse del sol o de la lluvia, ya está averiado.
La mayoría de los paraguas que se comercializan en la ciudad no parecen estar preparados para los fuertes aguaceros que están azotando a Medellín y a los demás municipios del Valle de Aburrá, por lo que fácilmente se dañan con el primer chaparrón.
Aunque la mayoría de las personas deciden desecharlos al ver que ya no abre bien, que tiene un ala caída o que se les filtra el agua, estos desperfectos tienen solución.
Darío Arteaga, quien labora en el centro de Medellín, puntualmente en la avenida Oriental con Maracaibo, tiene la capacidad de dejársela en buen estado.
“Yo aprendí viendo a un señor que las arreglaba al frente, el que es inteligente no necesita estudiar mucho, solo con ver se defiende”, comentó el nacido en Ebéjico, hace 55 años.
Reveló que desde hace 30 años labora en el sector y para complementar sus ingresos también vende mecato.
Manifestó que sus ingresos por este oficio son diversos, pues depende de muchas cosas este ítem, al igual que el precio que cobra por sus servicios.
“Si la sombrilla es elegante, el cobro también es similar, pero por una sombrilla que vale 10.000, es evidente que no se puede pedir mucho, pues preferirían no arreglarla”, comentó.
Explicó que el arreglo más sencillo vale $ 3000, mientras que el más costoso puede costar alrededor de $ 15.000.
Él siente que arreglar sombrillas es una labor fácil y subraya que todas tienen arreglo, aunque en ocasiones puede tardar, pero por cosas que se le salen de las manos.
“Todo tiene arreglo, el problema es que no siempre consigue uno los repuestos, los cuales tengo que ir hasta el hueco a comprarlos”, indicó.
Contó que hay sombrillas que por una u otra razón son especiales para las personas y deciden parcharlas, para evitar que se le filtré el agua. Si hay que cambiarle el forro, el arreglo puede valer alrededor de 6000, si es una de las pequeñas.
Por último, confesó que nunca ha necesitado comprar una sombrilla para uso personal, pues muchas personas las llevan a arreglar y al final nunca pasan a reclamarlas.