¿Por qué la energía eléctrica es clave para nuestra vida?

La energía eléctrica la necesitamos para cargar los celulares, hacer que los electrodomésticos funcionen, prender la estufa, que nuestra nevera funcione, tener luz en nuestro día a día; en los hospitales es fundamental para que los aparatos, como los respiradores, funcionen y se salven vidas; en los supermercados, para mantener los alimentos refrigerados, para que las cajas registradoras funcionen, para hornear ese pan que compramos recién hecho. Y así nos podríamos quedar un buen rato enumerando para qué es importante la energía eléctrica.

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En Colombia tenemos la fortuna de contar con un sistema que nos ha garantizado tener energía disponible 24 horas al día, 7 días a la semana durante los últimos 30 años. Porque recordemos que en 1992-1993 nuestro país se apagó. Y ese apagón afectó a todas las regiones, incluso algunas llegaron a tener 18 horas sin energía eléctrica al día. En ese momento, era el Estado el encargado de gestionar todo el sector.

Después de esta situación desafortunada, se reestructuró el sector y se permitió que empresas privadas entraran a generar energía, transportarla hasta las zonas pobladas, distribuirla internamente en las ciudades o municipios y comercializarla (hacer lectura de medidores, servicio al cliente, entre otros).

Actualmente, son empresas públicas y privadas las encargadas de toda la cadena de prestación del servicio. ¡Y así ha funcionado! Con miles de colombianos que, como nosotros, salen todos los días a trabajar para que los usuarios sigamos contando con este servicio, que hacen parte de un sector que nunca para porque la energía la recibimos 24 horas al día, durante todos los días de la semana.

Algunos sectores insisten en que debemos volver a ese modelo en el que el Estado se encarga de gran parte de este sector, pero la experiencia nos dice que como está estructurado hoy en día funciona muy bien porque no nos hemos apagado en tres décadas. Pocos países pueden contar esta historia.

Entonces lo que como usuarios debemos pedirle al Gobierno es que se proteja al sector, que se trabaje en algunos aspectos que pueden mejorar, pero que no se desbarate un sector que ha garantizado que contemos con energía en nuestras casas, en los hospitales y clínicas, en los supermercados, para el transporte.

Porque algunas medidas que desincentivan que las empresas sigan invirtiendo en el sector para que contemos con energía suficiente ahora y de cara al futuro son muy dañinas y podrían poner en riesgo, en un par de años, que nos sigan prestando este servicio y entregándonos energía constante. Esto sería muy peligroso para el bienestar de todos los usuarios.

Finalmente, es muy importante que no haya ataques a las empresas que han prestado el servicio de manera adecuada en los últimos 30 años, que se conserve el funcionamiento del sector, a través del buen funcionamiento de entidades como la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), del Ministerio de Minas y Energía siendo aliado de las empresas para caminar todos en una misma dirección, porque no hay enemigos en el sector ya que todos quieren lograr el mismo objetivo: seguir garantizando un servicio eficiente, de calidad y de manera constante en todas las regiones de Colombia.