¿Quiénes están detrás de los chicharrones más famosos de las tiendas en Medellín?

Una pareja de esposos venezolanos está creciendo con su negocio de snacks de chicharrón, un producto que pasó de venderse en las calles a casi todas las tiendas de Medallo y su área metropolitana.

30 de octubre de 2024
Migracion: unidos sin fronteras

Pareciera que estos chicharrones son los más famosos en las tiendas de barrio de Medellín y su área metropolitana. Se llaman Jako, una creación de Andri Yoana Torrealba y Jesús Alberto Castillo, dos esposos que llegaron hace 5 años a la ciudad.

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En suelo paisa

Su talento en convertir esta piel de cerdo en snacks de chicharrón ya venía desde el estado Aragua, Venezuela, la tierra de la cual provino esta pareja de esposos. Después de la crisis en su país, decidieron emprender su camino hacia Medellín, en búsqueda de oportunidades de empleo.

Al principio fue muy difícil, más que éramos personas migrantes, así que decidimos comprar garra o piel de cerdo para producir los snacks que también hacíamos en Venezuela”, comenta Andri Yoana.

Cogieron sus empaques y salieron a las calles a vender este producto, con la esperanza y el reto de ser acogidos en la tierra del chicharrón. “Empezó a gustar mucho el producto y la gente nos compraba cada día más. Eso nos alegró bastante”.

Después, con ayuda de USAID y su proyecto Oportunidades sin Fronteras y la Corporación Interactuar, consiguieron sus máquinas para distribuir al por mayor en las tiendas de Antioquia. “Ha tenido una acogida increíble y por eso vivimos muy agradecidos con esta región”.

Amor de familia

Los famosos chicharrones Jako, cuyo nombre se forma con las iniciales de Jesús, Andri, Kevin y Oriannys, sus dos hijos, demuestran el talento que también tienen los venezolanos para emprender. “Gustan los chicharrones porque su sabor es el real. No nos vamos a poner a inventar en la tierra del chicharrón (risas)”, asegura Andri.

Hoy, esta familia vive en el sector de Niquía, en Bello, donde también tiene su distribuidora. “Hemos vivido muy contentos porque nos han tratado muy bien y nos han comprado los productos, no solo en Bello sino también en toda Medellín y su área metropolitana. Además, en municipios como Rionegro y Urabá”.

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Los tenderos afirman que los chicharrones son todo un éxito y que las ventas siguen creciendo, un motivo más para creer en los emprendimientos y el aporte que las personas migrantes hacen a la economía de la región. ¿Chicharroncito pa esta hora? Hágale, sin miedo.