Isley quiere emprender y seguir creciendo en Medellín

Esta venezolana encontró en Medellín una plataforma para crecer profesionalmente.

29 de noviembre de 2024
Migracion: unidos sin fronteras

Medellín es testigo de miles de historias de migrantes que llegan a la ciudad buscando nuevas oportunidades, dejando atrás su tierra y con el objetivo de construir su futuro.

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Isley Ruiz es una de esas historias, una joven venezolana que llegó a la ciudad en 2018 y que gracias a su esfuerzo y perseverancia, ahora es una de las más tesas en supervisión de calidad en el sector de los call centers. En entrevista con Q’HUBO, Isley nos comparte su experiencia y cómo se integró a la sociedad de Medellín.

¿Cómo llegaste a Medellín?

“Mi primo ya había viajado antes y me habló de las oportunidades en Colombia, así que decidí venir.

Al principio el camino no fue fácil. No tenía estatus migratorio, ni cédula venezolana, lo que complicaba las cosas. Sin embargo, en solo dos días ya había conseguido trabajo en un restaurante, como mesera, cajera y hasta haciendo domicilios”.

¿Cómo fue la adaptación en la ciudad?

“No fue sencillo, después de un año trabajando en el restaurante, y ante el cierre del negocio, conseguir empleo era cada vez más complicado. Decidí entonces vender hallacas, un tamal tradicional venezolano, en el parque de La Floresta. Aunque no sabía hacerlo muy bien al principio, la gente me apoyó y me fue bien”, recuerda.

Isley decidió regresar a Venezuela y gestionar su cédula colombiana a través de su padre, quien era colombiano y llevaba años radicado allí. Una vez obtuvo los documentos, regresó a Medellín y, al poco tiempo, consiguió trabajo en una empresa de call center, comenzando como agente de atención al cliente.

“Me dieron la oportunidad de crecer a través del plan de carrera de la empresa. Empecé como agente de chat, luego pasé a ser analista de calidad y, ahora, soy supervisora del área de calidad”, explica con orgullo.

¿Este recorrido lo hiciste sola?

“No, hay personas que he conocido en mi camino y son clave en mi proceso. Desde mi primer jefe, quien confió en mí sin tener experiencia, hasta a quienes me cruzo por la calle o en el trabajo, todas han marcado una diferencia. La gente de aquí es muy acogedora, me han abierto puertas y eso me ha permitido avanzar”.

¿Qué quieres hacer a futuro?

“Mi objetivo principal es seguir creciendo dentro de la empresa, aprovechar todas las oportunidades que se presenten, porque he aprendido muchísimo en este tiempo; pero también sé que Medellín es la ciudad donde todo el mundo emprende. A mí me encanta cocinar y, aunque empecé vendiendo hallacas, sé que puedo crear algo más grande en el futuro. La gente aquí es muy abierta y siempre están dispuestos a probar cosas nuevas”.

La historia de Isley demuestra que la población migrante que vive en Medellín busca adaptarse a los nuevos entornos y aportar a la sociedad, tanto en el ámbito laboral como en el personal.