Eduardo Salinas encontró la forma de unir dos pasiones
El hombre dejó Venezuela en busca de nuevas oportunidades y en Medellín descubrió un lugar para emprender y explorar nuevos deportes.
No dejar de intentarlo, ese es el principal consejo que da Eduardo Salinas a alguien que quiera emprender, el segundo es el encontrar lo que apasiona e irse por ese lado, así como él encontró en los deportes de combate su mundo favorito.
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Desde muy pequeño, Eduardo conoció las artes marciales. En el colegió empezó con karate do y descubrió que su pasión estaba en el deporte. Con el tiempo conoció a un profesor que le mostró qué era el karate kyokushin, una modalidad en la que hay más contacto físico, algo que le enseñó a usar sus piernas, rodillas y codos.
Además de estas disciplinas, Eduardo también pasó por taekwondo y boxeo, ya que esto hacía que se mantuviera en forma, le daba disciplina a su vida.
Hasta que el 3 de marzo de 2020 decidió dejar su Venezuela del alma y encontrar una nueva vida en Colombia, pero 15 días después comenzó la pandemia.
El jiu jitsu es un arte marcial que combina el deporte de combate con la defensa personal y se centra en la lucha cuerpo a cuerpo para ganarle al oponente, no solo con fuerza, sino también a través de la técnica y el uso de estrategias.
Hace cinco años que Eduardo practica este arte marcial. En él encontró una idea que le dio una oportunidad de combinar sus dos pasiones: el deporte y el emprendimiento. Además, con el tiempo, conectó con la comunidad paisa de deportes de contacto y notó que no existía una marca de ropa deportiva que fuera apta para las disciplinas de combate.
Luego siguió con las pantalonetas, ya que estas no pueden tener ni cordones o bolsillos, por ser muy peligroso en la práctica.
Así nació Skull, una marca especializada en las disciplinas de contacto, que hace vestuario para guerreros. “Queremosayudar a todas las personas que quieran entrenar y tengan ropa que sirva para ello”, explica.
Para Eduardo, aunque en el mundo del emprendimiento hay días malos, hay un punto en el que inician los buenos y las recompensas.
El emprendimiento, que se creó solo como una idea, ahora es una empresa referencia dentro de las academias de deportes de contacto tanto de Medellín como de Bucaramanga.
“Ya nos encargamos de hacer todos los uniformes, también estamos como patrocinadores de un evento que se hará en octubre, un invitacional de taekwondo en la séptima Copa y primer Open de Jiu Jitsu”, cuenta.
Para él, aunque para llegar a sus productos estrellas se demoraron e invirtieron tiempo, cortes, tela, “siempre se aprende, mientras creas en tu sueño y tus planes”.