Con la Escuela de Padres se fomenta la convivencia en los estadios

En Medellín, el fútbol no solo se vive en los estadios, sino en los barrios, en las canchas de las escuelas y en los hogares donde las familias acompañan con orgullo a sus hijos. La Alcaldía de Medellín lidera esta estrategia para llevar la armonía a todos lados.

14 de noviembre de 2025
Las marcas Hablan

Esa pasión por el fútbol, profundamente arraigada en la identidad de la ciudad, también requiere educación y ejemplo. Bajo esa premisa nació la Escuela de Padres, una estrategia de la Alcaldía de Medellín, en el marco del programa Cultura del Fútbol, liderado por la Secretaría de Seguridad y Convivencia, que busca fomentar la convivencia, el respeto y los valores deportivos desde las graderías.

Lea también: Las finales de Gamers Med 2025: ¡en busca de los mejores de Medellín!

El proyecto surgió al evidenciar que muchas de las situaciones de intolerancia y conflictos durante los torneos distritales no provenían de los jugadores, sino de los adultos. Madres, padres o cuidadores, en su afán de exigir resultados, terminaban transmitiendo presión, frustración o incluso violencia verbal.

Frente a esta realidad, la Secretaría de Seguridad, en articulación con la Liga Antioqueña de Fútbol, el Deportivo Independiente Medellín, Atlético Nacional y la Asociación de Escuelas de Fútbol de Medellín (Asodim), decidió crear un espacio pedagógico para educar en convivencia a quienes forman parte esencial del proceso formativo: las familias.

En la Escuela de Padres, el aprendizaje se vive como en la cancha: con compromiso, disciplina y trabajo en equipo. Las jornadas incluyen talleres prácticos, conversatorios y ejercicios vivenciales dirigidos por expertos en pedagogía, psicología deportiva y convivencia.

Los temas van desde el manejo de las emociones y la comunicación asertiva, hasta la comprensión del rol que cumplen los padres como formadores de valores. Se enseña que el acompañamiento familiar es tan importante como el entrenamiento físico y que cada palabra, gesto o aplauso puede influir en la motivación y desarrollo del joven deportista.

En una ciudad donde el fútbol es sinónimo de identidad y pasión, esta iniciativa demuestra que la convivencia también se entrena. Medellín enseña que el juego limpio no empieza con el silbato del árbitro, sino en casa, con los valores que se aprenden desde la infancia y se refuerzan en cada jornada deportiva.

La Escuela de Padres es hoy un referente de cómo el deporte puede ser una herramienta de transformación social, unión comunitaria y construcción de paz en los territorios.

*Contenido en colaboración con la Alcaldía de Medellín