Tuti Vargas mostró las cicatrices que le quedaron tras retirarse sus implantes mamarios
Hace un año la influencer tomó la decisión de sacar las prótesis que tenía en su cuerpo.
Tuti Vargas se ha convertido en una de las influenciadoras colombianas más famosas del país. La bella mujer, que también es empresaria, cuenta con un emprendimiento de bienestar mental al cual llamó Feel. En él ha estado trabajando en los últimos años para empoderar a otras mujeres y brindarles herramientas de sanación espiritual, las mismas que comenzó a aplicar en su vida luego de su separación del músico Sebastián Yepes.
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Teniendo en cuenta este proceso, Daniela Vargas, compartió con sus seguidores imágenes de las cicatrices que quedaron en sus senos, tras quitarse los implantes mamarios.
Cabe recordar, que hace exactamente un año, la influencer dijo que había retirado las siliconas de su cuerpo. “Me quitaron puntos, la cicatrización va muy bien, la inflamación y dolor cada vez menos y lo mejor, me siento feliz. Verme esas marcas en el espejo que, aunque serán para siempre me recuerdan lo importante que fue haber tomado esta decisión a tiempo que pesó más mi salud y el sentirme bien que seguir bajo ese “canon” de belleza que en mi cabeza era ‘el que estaba bien’”, escribió en sus redes sociales días después de la intervención quirúrgica.
La decisión de la creadora de contenidos para someterse a esa operación surgió en medio de la ola de cirugías de varias personalidades de la farándula con el mismo fin, pues algunas empezaron a sufrir de síndrome de Asia, estado que trae diversos problemas de salud como consecuencia de los agentes extraños en el cuerpo.
Famosas como Angeline Moncayo, Ana Sofía Henao y Natalia Durán, fueron algunas de las voces que se alzaron para mostrar los efectos negativos de las siliconas.
Las cicatrices que quedaron en el cuerpo de Tuti Vargas
En la publicación que hizo con motivo del primer aniversario de su explantación, Vargas se ve luciendo una chaqueta pero con el torso desnudo. Su seno derecho lo cubre con una de sus manos, y en él se logra observar una cicatriz vertical debajo del pezón.
Y concluyó: “Tus heridas merecen que las veas desde otra perspectiva, una amable, amorosa y expansiva. Las heridas son puentes, son transformación, son invitaciones a verte en nuevas versiones de tu ser, son muchas veces el pulso de tu misión”.