Dos montañistas paisas coronaron la cumbre más alta de la Antártida

Desde la base Unión Glacier, en pleno corazón de la Antártida, Ana Isabel Bustamante le contó a Q’HUBO que este sueño empezó hace dos años, cuando Ana María Giraldo la llamó con una propuesta que parecía de otro planeta: completar juntas las Siete Cumbres. “Fue muchísimo trabajo, disciplina y un empeño tremendo”, nos dijo.

Lea también: Él era Alejandro, el conductor del camión cargado de jabón que se volcó en Los Balsos

Según Ana Isabel, lo que realmente las movió no fue solo llegar a la cumbre para la foto, sino demostrar que cualquiera puede lograr lo extraordinario si se lo propone. “Queríamos que este proyecto trascendiera, que fuera una prueba de que en equipo llegamos más lejos y que todo se construye paso a paso”, contó emocionada.

La paisa también confesó que el desgaste físico y mental fue brutal. “En un lugar así, por más duro que sea, no te puedes rendir. A esas alturas nadie va por ti”, relató. Y agregó que su objetivo era darle al país una noticia que lo llenara de orgullo, “una semilla para que todos crean que sí se puede”.

Nos compartió un detalle que las acompañó durante el ascenso: los hijos de Ana María habían escondido peluches en su sleeping sin decirle nada. “Los encontramos subiendo... fue un momento muy bello y motivador”, recordó.

Un sueño que se construyó en equipo

Las dos deportistas son las creadoras de ‘Más allá de la cumbre’, un proyecto que promueve el liderazgo desde la experiencia en montaña. En esta aventura también estuvo Epopeya, una organización con 25 años guiando expediciones y que fue clave en la parte técnica y emocional.

Ya habían conquistado el Everest, Aconcagua, Kilimanjaro, Carstenz, Elbrus y Denali. Solo faltaba el monstruo congelado: el Monte Vinson.

La aventura en el fin del mundo

El Vinson no es cualquiera montaña. Está a 1200 kilómetros del Polo Sur, con temperaturas de -35°C y vientos que cortan la piel. Las montañistas caminaron entre grietas, glaciares y pendientes heladas cargando equipos de hasta 40 kilos.

El recorrido empezó en Punta Arenas, Chile, de donde volaron a Patriot Hills y luego al campamento base. Pasaron por el Low Camp y el High Camp antes de enfrentar la jornada final: entre 11 y 14 horas de esfuerzo extremo.

Su alimentación fue a punta de sopas, pastas, bebidas calientes y comida liofilizada (alimento deshidratado mediante un proceso de congelación y posterior sublimación del agua bajo vacío). En las mochilas llevaban de todo: cuerdas, carpas, botiquines y sus amuletos familiares.

Mucho más que una cumbre

Para ellas, el mensaje va más allá del logro deportivo. Hablan de liderazgo, unión y cuidado del planeta. “La Antártida tiene la mayor reserva de agua dulce del mundo. Estar allí te cambia la manera de ver todo”, dijeron.

Con corazón, valentía y mucha berraquera paisa, estas dos mujeres dejaron el nombre de Colombia en la cima del continente más frío del planeta. Una hazaña que solo se logra soñando en grande... y caminando juntas.

Para estar al día con las novedades visite nuestra sección Deportes.