Independiente Medellín: Matemáticas y fe, la última esperanza del Rojo
El Poderoso la ha pasado mal en los cuadrangulares, pero todavía tiene una ventanita abierta para soñar con la final.
Lo que parecía un remate para poner a soñar a los hinchas del mejor equipo del semestre se convirtió en un camino lleno de angustia. Independiente Medellín llegó a los cuadrangulares como el líder absoluto del Todos contra Todos, con el mejor ataque, la mejor diferencia de gol y la etiqueta de favorito. Pero ese Medellín sólido y efectivo desapareció justo cuando más lo necesitaban.
Antecedente: ¡Más ganas que fútbol! DIM vs. América: un empate entre necesitados
Hoy el Poderoso está colgado, último del grupo y con apenas dos puntos, pero todavía no está muerto. Hay una combinación precisa, casi quirúrgica, que lo podría llevar a la final gracias a la ventaja deportiva, un beneficio que ganó por ser primero en la fase regular y que ahora es su único salvavidas.
El bajón del Medellín ha sido evidente. En cuatro fechas no ganó ni un solo partido y solo marcó dos goles, algo impensado para el equipo que hace apenas unas semanas metía miedo. Las cuentas son simples: Junior manda con 8 puntos, América y Nacional tienen 5 y el DIM apenas 2. Sin embargo, las matemáticas todavía le dejan una opción mínima, pero opción al fin.
Esa posibilidad depende de que los cuatro equipos terminen empatados con 8 puntos. Si eso pasa, la ventaja deportiva le daría el tiquete a la final al Poderoso. Por eso, la misión del rojo es ganar sus dos partidos y prender velas para que los demás resultados se acomoden a su favor.
Muchos tiraron la toalla, otros, eligen creer...
Así es la ecuación que mantiene al DIM con vida:
Fecha 5: Nacional vs. DIM: debe ganar el Medellín.
Junior vs. América: debe ganar América.
Fecha 6: DIM vs. Junior: el rojo tiene que volver a ganar.
América vs. Nacional: debe ganar Nacional.
Solo si todo eso ocurre, los cuatro llegarán a 8 puntos y ahí la ventaja deportiva pondrá al Poderoso en la final, a pesar de su floja actuación en estos cuadrangulares.
Es una ruta estrecha, difícil y casi sin margen de error, pero existe. El DIM deberá aferrarse a ella, levantar el nivel y creer, porque esta podría ser su última oportunidad para salvar un semestre que prometía mucho más. En el fútbol, mientras haya un número que dé esperanza, nada está dicho. Y al Medellín, por ahora, todavía lo dejan soñar.
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