“Me estaba besando mi jefe, eso no debe ocurrir”: Jenni Hermoso habla en juicio contra expresidente de la Federación Española de Fútbol

Inició el juicio contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, acusado de delitos de agresión sexual y coacciones a Jenni Hermoso y relacionado con el beso en la boca que le dio al ganar la final del Mundial de 2023 en Australia.

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La jugadora es la primera testigo del juicio que se desarrollará hasta el próximo 19 de febrero en contra el exdirigente; ella aseguró que no consintió esto y que esto no debe de ocurrir en ningún ámbito social ni laboral.

¿Qué pasó?

El 23 de agosto de 2023, las jugadoras españolas se acercaron al podio para recibir sus medallas por ser las campeonas del Mundial Femenino que se realizó en Sídney, Australia. Al felicitar a Hermoso, Rubiales le agarró la cabeza con las dos manos y le plantó un beso en los labios, luego la soltó y le dio dos palmadas en la espalda.

El gesto se volvió viral y generó indignación en redes sociales y solo hasta el 10 de septiembre de 2023 Rubiales decidió renunciar al cargo.

Piden al menos dos años de cárcel

La Fiscalía pidió dos años y medio de cárcel contra Rubiales por los cargos que se le acusan. Por su parte, el hombre siempre ha dicho que el gesto fue un “piquito entre amigos”, pero para las autoridades este ocurrió de forma “sorpresiva y sin consentimiento ni aceptación de la jugadora”.

En el juicio también se habló sobre la presión directamente sobre la jugadora, su familia y amigos con el fin de que justificara y aprobara el beso, acusa la Fiscalía.

Además del testimonio de Hermoso, también se incluirá el de varias compañeras que respaldan a la atacante, así como directivos de la federación, seleccionadores de España, entre otros.

Además de Rubiales, quien declarará el 12 de febrero, también lo harán el exentrenador de la Roja femenina, Jorge Vilda, y dos exdirigentes, Rubén Rivera y Albert Luque, quienes también son procesados por coacciones a Hermoso.

Su testimonio

La jugadora afirmó que desde el primer día pensó en denunciar los hechos y se sintió poco respetada, que negó que Rubiales le hubiera pedido permiso para darle el beso y dejó claro que, aunque se lo hubiera pedido, no lo habría concedido.

Hermoso dijo que nunca consintió el gesto, “no pude separarme ni moverme. Sabía que me besaba mi jefe y no debe ocurrir ni en el ámbito laboral ni social. Me sentí poco respetada y manchó uno de los días más felices de mi vida”.

Su relato duró al menos dos horas y allí recordó el momento de la entrega de medallas. Dijo que “tocaba el pasillo de saludar a las autoridades. Saludé a la reina, a la hija, y lo siguiente fue encontrarme con Luis Rubiales. Nos abrazamos, le dije ‘la que hemos liado’ y fue cuando él pegó el brinco y me dijo ‘hemos ganado este Mundial gracias a ti’. Lo siguiente fueron sus manos en mis orejas y lo siguiente el beso”.

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Además insistió que en un principio no quiso hablar del tema porque no quería afectar la celebración de la victoria y le quitaría el foco a lo que consiguieron en esa competencia.

“No me iba a quedar ningún ápice de remordimiento de no haber podido disfrutar de ese momento. Seguía bebiendo, seguía comiendo, quería emborracharme, quería hacer lo que una futbolista o un futbolista hace con una alegría tan grande de haber sido campeona de un Mundial”, ha reconocido.