Nia 8A, la calidosa del tatuaje en Medallo
Esta paisa lleva tatuando más de 5 años y en varias partes del mundo
Los tatuajes se han convertido en los últimos años en una de las formas más divertidas y creativas para expresar lo que sentimos o lo que nos gusta en nuestra piel. Pero, para Estefanía Ochoa Atehortúa va más allá de una simple decoración, para ella, el tatuaje se convirtió en su pasión y en su terapia.
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Esta diseñadora de modas antioqueña dejó a un lado las telas, los moldes y las tijeras, para dedicarse a darle amor a la gente y dejando sus diseños en su piel.
Sin embargo, este largo camino para ser Nia Ochoa, N8a o Nia 8a, como muchos la conocen en el mundo del tatuaje, no ha sido del todo color de rosas; mejor dicho, también ha tenido que luchar con sus propios demonios.
“Cuando se está empezando, generalmente uno dice ‘yo no sirvo para eso’, porque es un trabajo de mucha exigencia, disciplina y de muchísima constancia; entonces, por ejemplo, cuando estaba estudiando y trabajando, como no era tan constante, sí decía como ‘eso está feo’, ‘yo no le puedo hacer daño a la gente’ y ‘lo voy a dejar’; inclusive, fueron muchas las veces que vendí máquinas y donde pensé que las manos no me funcionaban, pero yo creo que el universo llega en un momento en que te muestra y te dice ‘sí, dale que sí, sí es lo tuyo’ y la gente empieza a apreciar tu trabajo y es ahí donde uno se queda”, afirmó.
Pero bueno, ese “amor al arte” como ella lo dice, le ha servido también de terapia para luchar su más dura batalla: saber vivir con lupus (esta enfermedad ocurre cuando el sistema inmunitario, que normalmente ayuda a proteger al cuerpo contra infecciones y enfermedades, ataca sus propios tejidos).
“Realmente tatuar es el que me ha levantado muchas veces cuando digo ‘no quiero más dolor’ y el tatuaje es como ‘sí, hoy nos vamos a levantar, podemos aguantar un poquito más’. Además, ver la expresión de la persona cuando ve el tatuaje terminado, porque es como que chimba que la gente lo lleva, lo luce con amor y se siente mejor persona con él”, agregó Nia.
De hecho, a pesar de ser esa ‘oveja artista’ de la familia Ochoa Atehortúa y dejar su carrera profesional a un lado, ha contado con el apoyo de sus padres, hermana y novio, quienes se han convertido en su ‘cuaderno de niña de 1.° de primaria’.
Y sí, fue su madre Maximiliana la que le permitió hacer su tatuaje más importante, el que más le ha marcado: el rostro de su hermana Laura o Mere, como la llama: “El que más me ha marcado ha sido tatuar el rostro de mi hermanita, porque hacer un rostro siempre me ha parecido súper difícil, porque usted lo tiene que ver e identificar a la persona. También porque tuvo un nivel sentimental gigantísimo, pues porque fue mi mamá la que quiso ese retrato en su piel. Entonces fue como sentir ese apoyo y esa confianza ciega de mi mamá; uff, ese día lloré porque yo dije ‘la rompí’”.
Nia, quien la rompe en Medallo con sus tatuajes y diseños, por estos días lo está haciendo en Barcelona, Copenhague y Alemania, mientras da ese tercer paso en los mil que le faltan para creerse el cuento de lo calidosa que es y verse como su hermana Mere la ve, como la “mejor artista en el mundo”.