Conoce la historia de Mayer Leidy: manicurista y guerrera en busca de apoyo

“Hace 4 años me recosté a un pasamanos en un segundo piso y se desprendió. Sufrí una lesión T11-T12 en mi columna”. Así fue como, en solo segundos, le cambió la vida a Mayer Leidy Ramírez Manco, una mujer de 30 años que vive en el barrio La Iguaná y se desempeña como manicurista.

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Vive sola y, desde su accidente, se le ha complicado ejercer su labor, pues no es fácil desplazarse hasta donde están sus clientas y tampoco tiene un espacio adecuado para recibirlas. Su situación económica no es buena y no cuenta con ningún apoyo.

“Mis gastos son muy altos porque tengo que comprar pañales, sondas, pañitos húmedos, cremas personales especializadas y gasas, ya que también tengo escaras. Debo pagar el alquiler y cubrir mi alimentación, porque, debido a mi lesión y al espacio que estoy habitando, no cuento con las condiciones necesarias para movilizarme ni para preparar mis propios alimentos”, le contó a Q’HUBO.

Necesita una silla

Desde que ocurrió el accidente, ha contado con la solidaridad de personas que le han ayudado a conseguir sillas de ruedas heredadas de otros. La que tiene actualmente se la dio un reconocido influencer, pero ya no cumple su función: está muy deteriorada y ni los frenos le sirven.

Por eso necesita, con urgencia, una nueva silla para movilizarse y poder seguir ejerciendo su labor de manicurista, que es lo que le permite cubrir sus gastos.

No se ha rendido y, por el contrario, no para de soñar. Su meta más grande es trabajar en un reconocido spa de uñas de la ciudad o tener su propio local, donde no la discriminen por su condición y, más bien, la reconozcan por su talento embelleciendo las manos de las personas.

En Q’HUBO nos vinculamos con esta causa contando su historia, para que llegue a muchas personas que ayuden a transformar la vida de esta valiente mujer.

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