Falleció el padre Óscar Ortiz, párroco del Limonar que fue condenado por nexos con los paramilitares

En la noche de este miércoles, 15 de enero, se confirmó la muerte de Óscar Albeiro Ortiz Henao, sacerdote que fue condenado en 2013 por sus vinculos con las Autodefensas Unidas de Colombia mientras trabajó en una parroquia de San Antonio de Prado.

Lea también: EN IMÁGENES: Incendio en Nueva Jerusalén destruyó varias viviendas y dejó dos personas heridas

El sacerdote fue nombrado por la Arquidiócesis de Medellín en la parroquia de San José del Limonar en 1999, donde rápidamente se ganó el cariño de muchas personas, pues se volvió un miembro activo de la comunidad, la cual estaba pasando por un fuerte episodio de violencia por cuenta de la llegada de las Auc a este territorio.

Ortiz Henao comenzó a hacer grandes labores sociales en el barrio, liderando, principalmente, la construcción del templo, y llevando a cabo “conversaciones de paz” con los grupos armados que hacían presencia en la zona.

Pero mientras unos lo conocían como un representante de Dios en la tierra, otros lo veían como el diablo en carne propia, pues se convirtió en el líder de la banda ‘Los desplazados del Limonar’, en alianza con el bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas.

De acuerdo con la investigación llevada a cabo por la Fiscalía, durante el tiempo en que Ortiz estuvo en el sector se cometieron homicidios y torturas ordenadas o auspiciadas por él, en contra de las personas que no siguieran sus reglas. Además, en sus homilias se dedicaba a “patrocinar” a los paramilitares, pidiéndole a sus feligreses que no los denunciaran.

No deje de leer: Girardota se quedó sin Camafloja: murió tras un incendio

Condenado a prisión

El religioso fue capturado en 2011, mientras todavía fungía como párroco en el Limonar, en medio de una operación en contra de ese grupo armado.

Finalmente, en 2013 fue condenado a 19 años de prisión por el delito de concierto para delinquir, decisión que fue apelada, pero confirmada 3 años después por la Corte Suprema de Justicia.

Desde entonces, Ortiz cumplía su condena en una cárcel en Bogotá, pero de acuerdo con información conocida por Q’HUBO, desde hace un tiempo estaba presentando quebrantos de salud que lo obligaron a hospitalizarse en un centro asistencial, donde falleció en la noche de este miércoles.

Dolor en El Limonar

Pese a su condena, la comunidad católica de San Antonio de Prado le guardaba un gran cariño, por lo que muchos se abocaron a las redes sociales para dar su pésame por la noticia de su muerte, resaltando las buenas obras que hizo en El Limonar.

“Su legado permanecerá siempre en nosotros, grandes enseñanzas y siempre un luchador incansable, ese hermoso templo fue obra de él, de unir a la comunidad”; “cuantos recuerdos que compartimos con él en la comunidad, cuantas vivencias que dejó en el barrio para que fuera el mejor de todo Medellin”, son algunos de los comentarios que dejaron los feligreses.